¡Bienaventurados los que se refugian en Cristo!

Este es un salmo mesiánico en el cual se advierte a las personas y a los reyes de la tierra que, sirvan a Cristo porque el juicio final está en sus manos. Sin embargo, aunque se note un tono enérgico por parte del salmista, lo que se evidencia es la misericordia de Dios para con la humanidad, porque a pesar de lo que somos, todavía hay una invitación, una oportunidad de someterse.

En el Nuevo Testamento se afirma este llamado a la sumisión (Filipenses 2:10-11), dice que todos doblarán la rodilla delante de Jesucristo. Pero los que no se someten voluntariamente lo harán bajo el terrible juicio de Dios. De manera que, el salmista aconseja que es mejor reconciliarse mientras haya tiempo, un consejo importante no solo para los gobernantes sino para todo ser humano.

La Palabra dice claramente que no habrá ningún refugio fuera del Hijo de Dios, Jesucristo, pero sí hay refugio en Él.  Así, los que han aceptado el señorío de Cristo, pero todavía tienen miedo por estas advertencias de juicio, pueden descansar en esta realidad: son ¡bienaventurados todos los que en Cristo se refugian!

¿Qué te dijo Dios durante esta semana?

¿Cómo lo vas a aplicar hoy?

¿En qué área específica de tu vida?

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